Hola Silvia.

¿Qué puedo hacer si mi esposo cree que siempre tiene la razón y siempre quiere tener la última palabra? No importa de qué tema se trate y de si es un problema importante o no, al final, él siempre debe tener la razón y decir la última palabra. Me pone de muy mal humor porque nunca acepta lo que yo le digo, siempre tiene que ser lo que él dice o como lo dice, aunque se trate de cosas que no son muy importantes y siempre me quiere hacer quedar como una tonta.

Esperanza

Hola Esperanza.

¿Esta actitud la tiene únicamente contigo o es así con la mayoría de la gente?

Si es únicamente contigo, probablemente es reflejo de una molestia o enojo que ha estado acumulando y lo adecuado es que analicen, juntos, qué es lo que está sucediendo entre ustedes dos, para ver qué problemas se están presentando y busquen la manera de resolverlos.

Podría ser un conflicto no resuelto relacionado con una dinámica de dependencia y control-sumisión, un problema de manejo del poder y/o dinero, algo relacionado a las familias políticas, celos, etc., pero necesitan ver qué sucede entre ambos y por qué, para así, poder trabajar en la relación. Analiza, detenidamente, cada uno de estos aspectos y trata de descubrir qué puede ser, para que lo resuelvan.

Sin embargo, si se trata de una conducta constante, que presenta con todos o con la mayoría de las personas, es importante que estés consciente que es él quien tiene el problema, el cual se está manifestando de esta manera. Independientemente de la situación y, dado que te afecta a ti, es necesario que tengas en cuenta algunos aspectos importantes para que puedas manejar la situación.

En primer lugar, es fundamental que no te lo tomes de manera personal, es decir, que no lo veas como algo que hace para molestarte, devaluarte y hacerte quedar como tonta, a ti, sino que es el reflejo de su problema, aunque muy probablemente si se lo dices, lo va a negar y va a decir que estás equivocada.

Lo que tú sí puedes hacer, es aprender a manejar la situación para no involucrarte en su juego, para poder mantenerte tranquila e impedir que te afecte su actitud.

Recuerda que el hecho de que el crea que tiene la razón, no significa que la tenga y si el se considera superior a ti o eso es lo que te dice, es únicamente su manera, equivocada, de pensar. Aun si él llegara a tener algunos conocimientos que tú no tienes, eso no lo hace superior a ti y lo importante no es lo que él dice, sino lo que tú crees.

En segundo lugar, es necesario que decidas, cuándo sí vale la pena discutir con él y cuándo no. Discute, sólo si se trata de resolver una situación importante y entonces, utiliza datos y ejemplos concretos, objetivos y si es posible, demostrables, para que él no pueda negarlos, aunque seguramente va a buscar justificaciones para ellos.

Le puedes decir, por ejemplo: “Ayer que sucedió… y tu dijiste… o tu hiciste…,”. No hables de lo que creíste, sentiste o pensaste, porque es algo subjetivo y da pie a que él se respalde en sus propios sentimientos y pensamientos. Básate en acciones y siempre regresa a lo real, a lo comprobable y si él hace referencia a otros casos, muy tranquilamente dile “otro día hablamos de eso, en este momento quiero dedicarme sólo a este tema” y mantente en esa posición, como disco rayado.

Si se empieza a enojar o a querer imponerse dile, “no te enojes, no se trata de discutir o de ver quién tiene la razón, únicamente estamos tratando de podernos de acuerdo o de encontrar una solución y si no te calmas, yo ya no quiero hablar de esto” y si es necesario, te alejas.

Si, al plantear tú un tema importante sobre el que quieras tratar, él empiece a hablar de inmediato, permítele que diga todo lo que desea, no lo interrumpas para que se sienta escuchado y no se ponga a la defensiva, ya que seguramente está acostumbrado a contraatacar desde un principio, pero una vez que termine de exponer su punto de vista dile, “bien, yo ya te escuche, ahora te pido que me escuches tú a mí, sin interrumpirme, como yo lo hice contigo” y expón tu punto de vista de manera clara, sin atacarlo, hablando siempre en primera persona, “Yo pienso”, “a mí me gustaría”, “yo creo” y, si te es posible, dando siempre una razón específica del porqué de tu planteamiento.

Es importante que, cuando vayas a platicar de algo que puede ser difícil de manejar, respires profundamente para mantenerte tranquila y trates de que tu lenguaje verbal y corporal refleje esa tranquilidad. Muéstrale tu empatía con alguna frase como “entiendo tu punto de vista, pero me gustaría saber cómo llegaste a esa conclusión o, comprendo lo que me dices, pero quisiera saber en qué te basas para decirlo” y escúchalo, nuevamente sin interrumpirlo. Al principio puede costarte trabajo, pero con la práctica lo vas a lograr.

Con alguna frase como “estoy de acuerdo contigo, pero yo pienso…” expresa lo que deseas, sientes o piensas. Sin embargo, NUNCA le digas, “estás equivocado” o “estás mal” o “eso es una tontería”.

Recuerda que no estás compitiendo con él, no le tienes que demostrar nada ni a él, ni a ti misma ni a nadie, y que mientras más atacado se sienta, más extremista se va a poner.

No discutas sobre sentimientos, ni los tuyos ni los de él. Nadie puede valorar, medir o calificar los sentimientos de una persona y no te dejes manipular si trata de que te sientas culpable.

Si ves que quiere empezar a discutir sobre algo poco importante, cuando empiece puedes decirle, con mucha amabilidad, “como tenemos opiniones diferentes al respecto, yo creo que no vale la pena que discutamos o platiquemos sobre esto”.

No le comuniques o consultes aquello que no sea necesario, pero ten cuidado de no empezar a tenerle miedo a él o a hablar con él. Si esto sucede, platíquenlo y busquen una solución.

Espero que estas palabras te ayuden a enfocar mejor tu problema y a trabajar para resolverlo. Están basadas en mi opinión profesional y su finalidad es darte un consejo, pero no son sustituto de una terapia. Si no puedes resolver el problema y te está afectando en tu vida diaria, es importante que busques ayuda de una persona calificada. Si deseas hacerme otra consulta o hacer una cita, escríbeme, por favor a: silvia@consultaconsilvia.com

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