La ansiedad y los problemas sexuales que provoca.
Hola Silvia.
Estoy muy desesperado por porque tengo problemas sexuales. No puedo tener relaciones sexuales con mi pareja, casi no tengo deseo y cuando tratamos, no puedo mantener la erección. Me siento muy angustiado.
Gustavo.
Hola Gustavo.
¿Desde cuándo estás viviendo esta situación?
¿Es reciente?
Existen algunas situaciones que pueden estar provocándote esta situación, como por ejemplo, alguna enfermedad, ciertos medicamentos, estrés, ansiedad, depresión, el recuerdo de experiencias sexuales del pasado en las que viviste momentos de mucha vergüenza o dolor físico y/o una baja autoestima. ¿Crees que alguna de estas puede ser la causa de lo que a ti te está sucediendo?
Independientemente de que haya una razón previa o no, en estos momentos el problema se ha agudizado debido a la ansiedad que estás viviendo, la cual evita que puedas tener una buena erección y es la causa de que, aun si llegas a lograr un orgasmo, no disfrutes de la relación. De hecho, se le conoce como Ansiedad Sexual.
Si tienes o tuviste hace poco tiempo una enfermedad y/o estás tomando algún medicamente, aunque sea naturista, pregúntale a tu doctor qué tanto puede estar influyendo en este aspecto.
Si estás viviendo una situación problemática y de mucho estrés o si estás deprimido, además de enfocarte en los aspectos que vamos a ver a continuación, es necesario que resuelvas dicha situación, ya que es un foco que va a continuar generándote tensión constante y te puede causar problemas en otras áreas de tu vida. Si no puedes resolverla tú solo, busca ayuda.
En cuanto a la ansiedad sexual, ¿te has dado cuenta qué te dices cuando piensas en tener una relación sexual?
Muy probablemente te consideras incapaz, piensas que vas a volver a fallar, que tu pareja te va a criticar o cualquier otro tipo de pensamiento similar. Obviamente, al hablarte o pensar de esta manera, te estás predisponiendo a no poder desempeñarte como tú quisieras y esto aumenta tu sentimiento de incapacidad y tu ansiedad, por lo que es importante que detectes tus pensamientos negativos y los modifiques.
Ten en cuenta que tu valor como hombre y tu capacidad como tal, no dependen del tipo de relaciones sexuales que tienes, de su duración, su frecuencia o del tamaño de tu pene. Esas son creencias equivocadas que se manejan en algunas culturas, pero el grado de satisfacción que tanto tú como tu pareja pueden tener, depende de saberse estimular y de darse placer mutuamente y para eso, necesitan comunicarse, probar diferentes posiciones y actividades, respetarse y hacer aquello en donde ambos estén de acuerdo.
Si tienes problemas de autoestima, trabaja en ella, para desarrollarla y fortalecerla. ¿Eres muy autocrítico, perfeccionista o te pones expectativas demasiado elevadas? Si es así, es momento de que analices tu actitud, ya que ésta te puede estar causando el problema e, incluso, afectando en otras áreas de tu vida. No te compares con otros hombres, recuerda que cada persona es distinta pero, además, mucho de lo que la gente te cuenta, sobre todo en este aspecto, es mentira o son exageraciones. Además, no existe una medida que indique, qué es lo normal en cuanto a la sexualidad.
Por otro lado, ¿has hablado con tu pareja sobre lo que te está sucediendo?,
¿Cuál ha sido su reacción?
Este aspecto es muy importante porque una respuesta inapropiada de tu pareja puede estar aumentando tu ansiedad. Si no sabes lo que piensa, pregúntale. No des por hecho que lo sabes, no eres adivino.
Si te culpa o reclama, coméntale que es algo que le sucede a una gran parte de los hombres, debido al estrés y los problemas a los que se enfrentan, pero que es pasajero. Pídele que tenga paciencia y te ayude, dándote más tiempo para que puedas excitarte mejor y proponle que prueben otras posiciones y juegos sexuales.
Si por algún motivo, ella se siente mal, explícale que no es su culpa, que se trata de una situación momentánea y que ella puede ayudarte expresándote lo que le agrada y lo que no, dándote más tiempo para excitarte y responder, permitiéndose ambos experimentar con distintas sensaciones físicas, etc. Con frecuencia, un cambio en la rutina o en el medio ambiente pueden ser muy útiles.
Dediquen más tiempo a los juegos previos a la penetración. Jueguen con la imaginación, experimenten, compra artículos sexuales, dense un masaje, disfruten el proceso y recuerda que en una relación sexual todo está permitido, siempre y cuando ambos lo acepten libremente y ambos disfruten.
Revisa tus creencias, tanto religiosas como no religiosas, para ver si alguna de ellas puede estar interfiriendo, específicamente, con tus relaciones sexuales o si hay algo que te esté generando culpa. (Esta culpa, no necesariamente, tiene que estar relacionada con la religión, pero te puede estar afectando). Un ejemplo de estas creencias equivocadas es que el tamaño del pene es lo que garantiza que la relación sea satisfactoria. Si es así, trabaja en ella para eliminarla.
¿Tu esposa no logra tener un orgasmo y tú o ella consideran que es culpa tuya? Si es así, esto puede estar generándote ansiedad y es una creencia equivocada. Mientras tú no le causes dolor, molestias físicas o hagas algo que le desagrada y le des suficiente tiempo para responder, su respuesta física y emocional depende totalmente de ella, como la tuya depende de ti, aunque ambos pueden ayudarse diciéndose qué y cómo les gusta, qué no desean y probando nuevas opciones.
Es importante que, además, aprendas técnicas de respiración y relajación y las practiques todos los días. Elige una o dos y hazlas un hábito de vida y vas a ver que obtienes excelentes resultados ante cualquier problema, incluyendo éste.
Haz ejercicio, escucha música y busca actividades que te ayuden a descargar tu tensión y recuera que en una relación sexual no existe bueno o malo, correcto o incorrecto, siempre y cuando AMBOS participantes estén de acuerdo y AMBOS disfruten.
Espero que estas palabras te ayuden a enfocar mejor tu problema y a trabajar para resolverlo. Están basadas en mi opinión profesional y su finalidad es darte un consejo, pero no son sustituto de una terapia. Si no puedes resolver el problema y te está afectando en tu vida diaria, es importante que busques ayuda de una persona calificada. Si deseas hacerme otra consulta o si deseas una cita, escríbeme, por favor a: bienestar.e@gmail.com
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