Hola Silvia.

Qué puedo hacer si mi esposo tiene problemas con el alcohol.

Cuando me casé con él, bebía de vez en cuando y la verdad no me di cuenta cuándo fue aumentando la cantidad, pero ahora ya está varios días a la semana medio borracho, aunque él dice que no lo está, que simplemente está alegre o relajado. También dice que no es alcohólico, porque no se emborracha todos los días y que puede dejar de beber cuando quiera, que simplemente es un bebedor social y que toma un poco para relajarse de la tensión del trabajo. Le he pedido por las buenas y por las malas, nos hemos peleado y lo he amenazado con dejarlo, pero no logro que deje de beber.

Fabiola.

Hola Fabiola.

¿Cómo te siente tú, en relación a su tendencia a beber?, ¿crees que si actuaras de alguna manera diferente a cómo lo has hecho, él bebería menos?

Si es así, déjame decirte que es una tendencia muy común en las parejas de los alcohólicos, pero es una actitud totalmente equivocada. Tú no tienes nada que ver con que él tome o deje de tomar. Ni siquiera si él te lo ha dicho. El alcoholismo es una enfermedad y las personas que son alcohólicas beben igual, independientemente de si tienen pareja o no o del tipo de relación que pueden mantener con ella.

Es importante que analices tu conducta para ver si no te has vuelto codependiente de tu pareja.

¿Qué significa esto?

Al alcohólico se le llama dependiente, porque pierden el control sobre el manejo del alcohol, depende de él y, generalmente, la persona que vive con él, desarrolla un tipo de relación en donde todo gira alrededor del alcohólico, a tal grado, que esa persona puede, incluso, olvidarse de sí misma, de su salud y sus propias necesidades, por lo que su propia vida emocional se vuelve crítica. Con esta actitud, no sólo sufre mucho, sino que tampoco ayuda al alcohólico.

Por eso, es muy importante que entiendas que NO depende de ti, lograr que él no tome, ni debes de estar cuidándolo para que no lo haga. Es SU responsabilidad y no la tuya y eso es algo que debes dejarle claro cuando hables con él en un momento de sobriedad. Puedes decirle, por ejemplo: “Yo te quiero, te apoyo y te voy a ayudar, pero no puedo dejar de beber por ti, ni voy a estar cuidando que no lo hagas. Ese debe de ser tu compromiso contigo mismo y tu responsabilidad.

¿Te sientes culpable por algún motivo?

Es importante que no te culpes o responsabilices por su conducta. Ni tú tienes la culpa de que él beba, aunque él llegara a decírtelo, ni puedes lograr que lo deje. Debes de tomar en cuenta, además, de que se trata de una enfermedad y que en estos momentos no depende únicamente de su fuerza de voluntad.

Si crees que eres codependiente, es importante que también tú busques ayuda, ya sea en un grupo de Al-Anón, algún otro grupo de apoyo o con un psicólogo. No te descuides, ni física ni emocionalmente. Ten actividades que te den placer y busca compañía que te ayude a estar bien.

Dado que él niega que es alcohólico, cuando tenga un momento de sobriedad y esté, más o menos tranquilo, pídele que conteste contigo un cuestionario para saber si es alcohólico o no. Dile que es algo que deben de hacer por los dos. Tanto para ver si tú eres la que está exagerando, como para ver si él está tomando más de lo que piensa.

Una buena opción es el test para la detección del alcoholismo AUDIT, pero puedes utilizar cualquiera que describa, ampliamente, la conducta de un alcohólico y, si encuentras algunos puntos que tú crees que muestran su alcoholismo y él los niega, puedes ponerlo ejemplos muy claros y específicos, diciéndole algo como: “Te acuerdas que ayer…”, “Y el otro día cuando estábamos …, tú …”.

Es necesario que, sin atacarlo con frases como, “eres un irresponsable y un…” y “por tu culpa…”, le digas a tu pareja de qué manera su alcoholismo les está afectando. Le puedes decir, por ejemplo, “cuando bebes te pones agresivo y me lastimas con lo que me dices”, “ya no puedo confiar en lo que me prometes, porque generalmente no cumples tus promesas y eso está afectando nuestra relación”, etc. Hacer esto es indispensable, porque él tiene que reconocer el daño que está provocando, sin embargo, no le pongas un ultimátum, a menos que estés dispuesta a cumplirlo.

Dile que entiendes que es un problema difícil de manejar y que le propones que acuda o acudan juntos a un grupo de autoayuda, tipo alcohólicos anónimos o con la persona indicada. Ambos deben de estar conscientes, de que la ayuda de un especialista es indispensable. Si le preocupa lo que puede pensar la gente si se entera, dile que los que lo conocen, ya saben que tiene un problema con la bebida.

Por otro lado, si tu pareja va a tratar de dejar de beber, es importante que te preguntes si realmente estás dispuesta a poyarlo. Esto implica que va a tener momentos de malestar, estrés, mal humor y posiblemente depresión. Si estás dispuesta a ayudarle, necesitas tratar de mantener la calma y aguantar sus malos humores, pero sin permitir que se desquite contigo. Demuéstrale tu cariño de manera abierta y dile, con frecuencia, que lo quieres y apoyas.

No esperes que hablar y razonar con él sea suficiente para que reaccione y deje de beber, ni le pidas que demuestre el amor que te tiene, dejando de hacerlo, porque, por mucho que te ame, la adicción lo está manejando y necesita ayuda para aprender a controlarla. Su conducta no tiene nada que ver con lo que siente por ti. En estos momentos está enfermo.

Nunca hables con él de algo importante, si no está sobrio o si está muy alterado.

Cuando puedan, traten de compartir actividades en las que se entretenga, mantenga ocupado y/o relajado, para que no esté pensando tanto en la bebida. En lo posible, eviten situaciones estresantes, porque el estrés lo puede llevar a beber y no vayan a lugares en donde haya alcohol y no bebas tú, tampoco.

Sin embargo, tú decides hasta dónde le toleras y en dónde le pones un límite y es importante que seas firme en ese aspecto, que no toleres que rompa con las reglas que establezcas. No debes tolerar gritos, insultos y, mucho menos, maltratos. Eso no significa que tú sí debes gritar o pelearte con él. Pero sí, estar consciente de lo que necesitas, de lo que se permite o no se permite en tu casa y expresarlo muy claramente cuando no está bebido. Cada vez que haga algo que quedaron que no se iba a permitir, decírselo con claridad. “Quedamos que … (esa conducta) no la ibas a presentar aquí. Si vas a…, sal de la casa, por favor”.

No te sientas culpable por tu reacción, si consideras que ésta es dura hacia él. Es muy difícil convivir con un alcohólico y, de hecho, se considera el alcoholismo como una enfermedad familiar, porque afecta a toda la familia.

Si sigue actuando igual o peor y no quiere salir, no discutas con él. Sal tú, si tienes algún lugar agradable a donde ir o ve a un cuarto en donde puedas cerrar la puerta y estar tranquila. Más adelante, cuando esté sobrio, habla con él al respecto y dile que si quiere seguir contigo, tiene que cumplir con lo acordado. Es importante que te mantengas firme y no te dejes manipular emocionalmente ni atemorizar.

Por ningún motivo tengas bebidas en la casa, de ningún tipo y no seas tú la que promuevas o facilites las ocasiones en las que puede llegar a tomar.

No te sientas responsable de su recuperación. El único que puede ser responsable es él mismo. Nadie puede hacer lo que él no haga. Mientras él no esté 100% convencido de querer dejar el alcohol y de hacer el esfuerzo necesario, nadie va a lograr nada y debes de estar preparada para probables recaídas, pero lo importante es que vuelva a intentarlo y siga con su programa.

Espero que estas palabras te ayuden a enfocar mejor tu problema y a trabajar para resolverlo. Están basadas en mi opinión profesional y su finalidad es darte un consejo, pero no son sustituto de una terapia. Si no puedes resolver el problema y te está afectando en tu vida diaria, es importante que busques ayuda de una persona calificada. Si deseas hacerme otra consulta o hacer una cita, escríbeme, por favor a: escribeme@consultaconsilvia.com

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