¿Cómo puedo manejar las preocupaciones?
Hola Silvia.
Todo el tiempo estoy preocupado, me pone de mal humor, estoy angustiado y me ha provocado mucha gastritis y problemas estomacales, pero no sé cómo puedo manejar las preocupaciones.
Andrés.
Hola Andrés.
¿Sabes por qué no has podido manejar las preocupaciones y eliminarlas?
Porque, seguramente, el preocuparte en exceso ya se convirtió en un hábito y, como tal, se da de manera automática, repetitiva y, con frecuencia, semi inconsciente?
Sin embargo, lo importante en este caso es que, como con cualquier otro hábito, puede ser eliminado.
¿Cuántas veces te has dicho “ya no me voy a preocupar más”?, pero al decirte algo así, lo único que estás haciendo es pensar, precisamente, en la preocupación. Por lo tanto, ya sabes que ese no es el camino. No es suficiente el querer dejar de preocuparte, necesitar trabajar en algunas técnicas que vamos a ver a continuación.
En primer lugar, para eliminar las preocupaciones necesitas cambiar tu forma de pensar, ya que, seguramente cuando te preocupas crees que:
Todo lo que te preocupa va a suceder, tal y como lo estás pensando.
Todo lo que va a suceder, en ese aspecto ,va a ser negativo.
Las consecuencias van a ser “terribles” (generalmente se tiende a exagerar los resultados).
Vas a ser incapaz de resolver los problemas que se puedan presentar, por lo menos, tal y como tú quisieras.
Lo vives, como si lo que te preocupa se fuera a dar a corto plazo, cuando, con frecuencia, no es así.
No te sientas mal por pensar así. Esto lo piensa casi toda la gente que se preocupa mucho y lo importante es ver, por qué es un error y cómo corregirlo.
Veamos cada uno de estos puntos.
Crees que todo lo que te preocupa va a suceder, tal y como lo estás pensando.
¿En que te basas, que datos tienes, que sean objetivos, demostrables, comprobables y reales, para estar convencido de que lo que piensas es 100% seguro que va a suceder?
¿Puedes afirmar con total certeza, que la probabilidad de que la situación que te preocupa se presente, tal y como tu piensas que se va a dar, sea de más del 90%, o del 80%?, ¿tienes cómo demostrarlo? Escribe las razones que tienes para asegurarlo.
Piensa y escribe, todo lo que puede llegar a suceder, que altere los resultados que tú esperas.
Está comprobado, a nivel mundial, que el 75% o 80% de las cosas que nos preocupan, nunca suceden, por lo tanto, no vale la pena preocuparse por algo que es menos probable del 80%, porque únicamente te vas a desgastar física y emocionalmente.
Crees que todo lo que va a suceder, en ese aspecto, va a ser negativo.
Si piensas que todo va a ser negativo, muy probablemente tiendes a ser pesimista. Si es así, es importante que te enfoques en desarrollar una actitud más positiva. Pensar negativamente, no sólo te hace sufrir, sino que te desmotiva y te impide actuar y buscar una solución,
Piensas que las consecuencias van a ser “terribles”.
Piensa en la situación que actualmente te preocupa o alguna que te haya angustiado de manera importante.
¿Qué tanto crees que puedes estar exagerando las posibles consecuencias que vas a enfrentar, debido a dicha situación?
Mientras más exageres, más te vas a preocupar y mientras más te preocupes, más vas a exagerar, provocando un círculo vicioso, en donde todo es negativo.
En este caso, la solución está en aprender a ver la situación y las consecuencias en su dimensión real.
Realiza el siguiente ejercicio:
Elige y escribe algo que te preocupa y describe todo lo relacionado a ella:
¿Por qué te preocupa?
¿Qué crees que te va a sucederá ti o a las personas involucradas?
Agrega todo lo que se te ocurra, no importa si crees que te estás repitiendo o que estás exagerando.
Lee cada uno de los puntos preguntándote: “¿Esto que estoy poniendo es 100% real, objetivo o puedo estar exagerando?”
¿Cómo la vería … (mi amigo, hermano), que es mucho más tranquilo y moderado?
Escribe eso que diría tu amigo, compáralo con lo que tú pusiste y si crees que exageraste, corrige y vuelve a plantear una respuesta que consideres más objetiva y razonable.
Ahora, piensa en lo peor que te puede suceder y, en una escala del 1 al 10, califícalo con 10.
Retoma la respuesta que escribiste al final del ejercicio anterior y pregúntate. Si lo peor que me puede suceder es… y equivale a 10, esto que me preocupa, ¿con cuánto lo calificaría?
Muy probablemente, te vas a dar cuenta de que el nivel de importancia que le adjudicaste, inicialmente, disminuye a un nivel mucho menor y, por lo tanto, menos angustiante.
Crees que vas a ser incapaz de resolver los problemas que se puedan presentar.
Si te sientes incapaz de solucionar el problema, es importante ver si es porque tienes una baja autoestima, por lo menos en estos momentos o porque, realmente, no puedes hacer nada al respecto.
Si tu autoestima está baja, necesitar trabajar en ella y reforzarla. Mientras más capaz te sientas de enfrentar los probables problemas que se te puedan presentar, menos te vas a preocupar, mientras más débil e incapaz te sientas, más te vas a preocupar, por lo tanto, el objetivo está en aumentar tu seguridad personal.
Lo vives como si se fuera a dar a corto plazo, cuando, con frecuencia, no es así.
¿Cuándo va a suceder eso que te preocupa?, ¿La semana que entra, en quince días?, porque si es algo que se va a dar en seis meses, un año o más, pregúntate si hay algo que puedas hacer hoy, en estos días o par de semanas para prevenirlo, evitarlo o resolverlo.
Si es así, actúa y deja de preocuparte. Si no es así, describe el problema, por escrito, las posibles alternativas de solución que puedas llevar a cabo cuando se presente dicho problema y guarda el papel para el momento indicado, porque preocuparte en estos momentos es totalmente inútil y únicamente te causa daño.
Espero que estas palabras te ayuden a enfocar mejor tu problema y a trabajar para resolverlo. Están basadas en mi opinión profesional y su finalidad es darte un consejo, pero no son sustituto de una terapia. Si no puedes resolver el problema y te está afectando en tu vida diaria, es importante que busques ayuda de una persona calificada. Si deseas hacerme otra consulta o hacer una cita, escríbeme, por favor a: escribeme@consultaconsilvia.com
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